Árbol de Tinta dialogó con el rector de la Universidad, Alfonso Reyes Alvarado, sobre su participación el pasado mes de septiembre en el 15th Congreso Mundial de Cibernética y Sistemas realizado en Nanjing, China. El directivo presentó en dicho evento una ponencia sobre Aprendizaje organizacional.
Por invitación de la Organización Mundial de Sistemas y Cibernética, usted estuvo en Nanjing, China, participando en el 15th Congreso Mundial de Cibernética y Sistemas, ¿cuál es la relevancia del evento?
Alfoso Reyes Alvarado: La Organización integra dos movimientos, el de Cibernética y el de Pensamiento Sistémico. En estos dos temas este es el congreso más antiguo, se realiza cada tres años desde hace 45 años. En esta ocasión me invitaron a dar una de las cuatro conferencias inaugurale
¿Cuál fue el tema de su conferencia? ¿En qué consiste?
La conferencia desarrolló un caso concreto de aplicación de un modelo conceptual cuyo origen data de hace una década para explicar procesos de aprendizaje en las organizaciones. Si definimos el aprendizaje de un individuo que trabaja en una organización como el proceso mediante el cual incrementa su capacidad de acción, de acuerdo a algún criterio establecido, es posible definir de manera análoga un proceso de aprendizaje para la organización en la que labora.
¿Por qué señala que el aprendizaje individual es una condición necesaria pero no suficiente para el aprendizaje organizacional?
En toda organización quienes aprenden son las personas, sin embargo, es posible que un grupo de personas aprenda pero este aprendizaje no permee a la organización en la que laboran. Por ejemplo, es relativamente común que en una universidad los docentes de un programa mejoren su desempeño como docentes, después de aprender nuevas prácticas pedagógicas, pero que al retirarse de la universidad se «lleven consigo» este aprendizaje. Algo similar puede observarse en organizaciones de todo tipo, el aprendizaje no trasciende a las empresas a pesar de ser estas las que proporcionan el contexto y los recursos para que este ocurra.
¿Qué hacer para que ese aprendizaje individual se convierta en aprendizaje organizacional?
Por supuesto lo primero es propiciar que el aprendizaje individual ocurra, es relativamente común que las propias organizaciones, sin proponérselo, impongan barreras que impiden que este se lleve a cabo. Una vez que se ha logrado establecer un entorno organizacional que promueva el aprendizaje individual, es importante que este quede registrado. Para ello, es necesario desarrollar sistemas de gestión de este conocimiento. Finalmente, las prácticas y los modelos mentales asociados con estas (es decir, las normas, valores y significados que las sustentan) deben compartirse con otros miembros relevantes de la organización.
¿Cuál es el estudio caso que ilustra la ponencia?
Una de las estrategias para incrementar la cobertura del pregrado en la Universidad consiste en ofrecer a los jóvenes de los municipios del Departamento, a través de los CERES (Centros Regionales de Educación Superior), algunos de nuestros programas en la modalidad de transferencia. Mediante esta modalidad, los jóvenes estudian los dos primeros años del ciclo básico de sus programas en el municipio y luego viajan a Ibagué para terminar aquí su carrera. Este proyecto se ha diseñado de tal forma que promueva procesos de aprendizaje individual y organizacional, no solo de los docentes sino de las demás personas de la Universidad que participarán en su implementación. En el fondo lo que se busca es que este esquema de crecimiento tenga su propio motor de aprendizaje que posibilite su desarrollo autónomo.
¿Es posible llevar este tipo de experiencias a otros ámbitos de trabajo de la Universidad?
No sólo es posible sino deseable. He insistido recurrentemente que la universidad, como organización, debe diferenciarse de otras formas organizacionales. Uno de estos diferenciadores es el saldo pedagógico que deben dejar los procesos mediante los cuales desarrolla su misión. Pues bien, estos saldos provienen de ciclos de aprendizaje, individual y organizacional, que la propia universidad debería promover. Estos mecanismos de aprendizaje, constituyen una parte importante de los procesos de auto-organización y auto-gestión que caracterizan a una organización en continuo desarrollo, que es la esencia del ser y del quehacer universitario.
A propósito, ¿cuál es el saldo pedagógico de la experiencia?
Tal vez el más importante es ilustrar cómo es posible, a partir de una experiencia local (en este caso la estrategia de crecimiento de una Universidad regional en Colombia), extrapolar un problema de carácter más general que pueda estudiarse con los aprendizajes de la experiencia local. El problema general que ilustra la ponencia es la relación entre la estructura organizacional de una institución y el desarrollo de procesos de aprendizaje organizacional. En otras palabras, para hacer investigación relevante a nivel internacional no es necesario acudir a problemas disciplinares generales, es posible partir de problemas del contexto local. La ventaja de esta estrategia de investigación es que, además de las publicaciones internacionales que se deriven (en este caso la publicación de la ponencia en la revista Kybernetes), queda un saldo local importante; es una forma de hacer pertinente la investigación.
El otro saldo es que la Universidad de Ibagué será la sede paralela del 16th Congreso Mundial de Cibernética y Sistemas. La sede principal será la Universidad de Santiago de Chile; tenemos tres años para prepararnos.