Siendo Colombia un país de tradición violenta (I), surge en estos momentos de crisis (II) la necesidad de plantearnos qué sucederá si se llega a buen término con los diálogos de paz (III). No hemos de olvidar que existe una larga historia de diálogos fallidos y sólo un caso de amnistía y reinserción a la vida pública en unos diálogos para poner fin a los actos violentos de una guerrilla: el M-19.
- Breve Historia del Conflicto armado en Colombia
Desde la conformación de Colombia como un Estado hemos visto a lo largo de la historia múltiples manifestaciones de conflictos bélicos. No debemos olvidar que toda la independencia se fraguó bajo la sangre de miles de campesinos que junto a los próceres, lucharon para conseguir el reconocimiento de Nación. Luego, llego consigo la época de la reconquista de la corona española y después durante muchos años la lucha se forjó entre los propios colombianos: La guerra de los 1000 días, la llamada “época de la violencia” entre Liberales y Conservadores, hasta llegar a la actualidad, en la que la violencia se dio con el narcotráfico y con los grupos al margen de la ley (Guerrilla, Paramilitares y las Bacrim).
Durante todos estos años, distintos presidentes consideraron la posibilidad de hablar con los grupos insurgentes para negociar la paz: Gustavo Rojas Pinilla, Belisario Betancourt, Virgilio Barco, Andrés Pastrana y, el más reciente, Juan Manuel Santos[1]. El problema es que los métodos, mecanismos y procedimientos, no en todos los casos, fueron los más efectivos para conseguir el cese al fuego. Pero si nos preguntamos a qué se debe el conflicto armado en Colombia, cuál sería la respuesta? Algunos de los problemas más graves son: la desigualdad, la ausencia del Estado, la falta de procesos de integración, la injusta distribución de las riquezas, el desempleo, etc.[2]
- Los nuevos diálogos de Paz
Los diálogos de paz de la Habana, no sólo han generado sentimientos encontrados en el seno de la sociedad colombiana, sino que existe además una zozobra de si esta vez se puede llegar a un acuerdo de paz. Y aunque gran parte de la población no crea que esta se pueda realizar, las condiciones en las que se han dado los diálogos no son las mismas de años anteriores, que terminaron en fracaso. Como ya se dijo con antelación, el problema fundamental del conflicto es la injusta distribución de los recursos. Es por ello que el primer punto para comenzar las mesas de diálogos fue la reforma agraria. No se ha de olvidar que el punto sobre el que han girado siempre las negociaciones ha sido el desarme de los grupos insurgentes, mientras el gobierno ha dejado de lado las políticas sociales y económicas, que la reinserción de la población al margen de la ley conlleva.
El segundo punto habla sobre la participación política, la cual, a lo largo de la historia de los procesos de paz, es el punto más importante para los grupos insurgentes: La participación dentro de los diversos escenarios del gobierno (Poder ser elegidos para cargos de la administración pública), a fin de estimular la participación ciudadana. El tercer punto es el cese de hostilidades. El cuarto está relacionado con las actividades del narcotráfico: cultivos ilícitos, sustitución de cultivos, recuperación ambiental, así como la creación de políticas para evitar el consumo de estupefacientes. Y el quinto, y no menos importante, la reparación a las víctimas[3].
- Y después de la firma de los acuerdos de paz, ¿qué?
Cómo se puede contribuir a la construcción de la paz? Será función del sistema parlamentario y legislativo el que se llegue al éxito o el fracaso de los acuerdos de paz. Será función del constituyente introducir los acuerdos a la normativa nacional para que, a través de las leyes, se pongan en marcha los cambios necesarios para la inserción de los desmovilizados, para las indemnizaciones de las victimas del conflicto, la forma de judicialización de los delitos y crímenes cometidos, entre otras, a través de la justicia transicional[4].
Se ha dicho que luego de los acuerdos de paz, será el pueblo colombiano mediante referendo quien acepte el fin del conflicto. Hasta qué punto será efectivo ese referendo? Podría considerarse la conformación de una nueva constituyente para reformar al actual Constitución[5]? Qué artículos serían los llamados para la reforma? De lo dicho anteriormente, habría que considerar como primer punto la reforma del sistema político: la organización de los partidos políticos, del sistema parlamentario, de las elecciones; y los mecanismos de control.
Ante todo, se debe tener en cuenta cómo se consiguió la reinserción de las personas que militaban en los grupos al margen de la ley de las negociaciones exitosas. No se puede dejar a un lado las negociaciones con el M-19, el ELN, el movimiento armado Quintín Lame, el Partido Revolucionario de los Trabajadores, y otros grupos armados que sentaron un precedente de la solución política negociada. Tampoco olvidar el Pacto Constituyente de 1991 y el Movimiento Ciudadanos por la Paz[6], consecuencia éstos de la firma del acuerdo de “Iniciativa para la Paz” de 1988 propuesto por Virgilio Barco[7], y que culminó en consecuencia, con la conformación de una Asamblea Nacional Constituyente.
lo que se debe establecer son las bases sobre las cuales se introducirán los posibles procesos de paz que se firmen con la FARC. Esta propone una Asamblea Nacional Constituyente, pero para los especialistas dicha propuesta podría poner en riesgo los avances democráticos estipulados en la Constitución de 1991, dado que, pueden interponerse intereses y concepciones contrarias al espíritu del texto[8]; son más partidarios a que se normaticen los acuerdos a través de otros mecanismos de reforma constitucional como lo son el referendo y el plebiscito.
Hemos de dejar en claro, que no es sólo función del constituyente primario las reformas necesarias para la adecuación de los acuerdos, sino que se debe hacer un fortalecimiento de las regiones, así como del significado de la ciudadanía. Se debe hacer un acompañamiento a través de espacios para el debate y la construcción de opiniones y alternativas para que queden refrendados los acuerdos. Pero lo que más se va a necesitar es de la generosidad de todos los sectores de la ciudadanía para realizar los procedimientos necesarios para establecer la paz[9].
3 comments
Luz Alba
24 julio, 2015 a las 15:00 (UTC -5)
Muchas gracias Dra. Cristina por su comentario y por su ejemplo de vida y docencia. Un abrazo
María Cristina Solano
24 julio, 2015 a las 14:57 (UTC -5)
Felicitaciones tu artículo es de actualidad porque demuestra el interés sobre los problemas del momento. Especialmente debemos reconocer que eras una persona que a pesar de tu juventud te muestras interés por el conflicto colombiano a veces tan esquivo a muchos colombianos. Estoy segura que te estás labrando una posición destacada en la docencia.
María Cristina Solano
24 julio, 2015 a las 14:31 (UTC -5)
Luz Alba te quiero felicitar por el artículo que Avaco te publico. En realidad es muy gratificante leer notas como la tuya en la cual se muestra un interés por los problemas que aquejan al país en estos momentos y que con mucha frecuencia son ignorados por las personas jóvenes. Nuevamente felicitaciones, sigue adelante que estás llamada a ocupar un lugar destacado en la academia.