El mundo moderno, recibido a inicios de la década de los 90 con el fenómeno de la globalización, supone entre otras, la inclusión de nuevas tecnologías en la cotidianidad. No ajeno a esto, la educación como herramienta de transformación social, se encuentra inmersa en esta realidad que demanda adaptar procesos, bajo la premisa de lograr una armónica articulación con el sistema. A pesar de concebir las TIC como una oportunidad en los procesos de enseñanza y aprendizaje, su efectiva integración supone un reto para la academia, por cuanto se debe garantizar que su implementación no interfiera con alcanzar un aprendizaje significativo; por lo tanto, es importante entender que su uso en el aula será un medio para mejorar las estrategias didácticas toda vez que ellas tengan un verdadero sentido pedagógico.
Las Tecnologías de la Información y la Comunicación – TIC son herramientas que han surgido para facilitar actividades de la vida cotidiana, encontrando su implementación en diversas dimensiones del ser humano, ya que contribuyen al desarrollo de tareas personales, profesionales, laborales y por supuesto, académicas. Sumado a ellas, nos encontramos inmersos en una era digital, donde las distancias se han recortado, los tiempos se han optimizado y mejorar la eficiencia de los procesos se ha convertido en un afán continuo. De allí, es posible afirmar que vivimos en una sociedad donde las barreras físicas han podido ser superadas en gran medida por una sociedad interconectada donde el intercambio de información se da al instante.
En el ejercicio docente, el educador dispone de diversos medios para desempeñar su rol; dentro de ellos, se resalta la manera a través de la cual se expresa con su cuerpo, sus gestos, posturas y desplazamientos dentro del aula de clase. Así mismo, cuenta con herramientas audiovisuales que permiten complementar su expresión verbal y no verbal, encontradas en el pizarrón, imágenes, audios, vídeos, fotocopias y demás proyecciones presentadas. Además de ello, gracias al desarrollo tecnológico, hoy día múltiples medios informáticos están a disposición del docente, a través de los cuales se puede comunicar dentro del aula de clase y fuera de ella, como los computadores, software, internet, correo electrónico y sesiones en línea o videoconferencias.
Teniendo en cuenta las generalidades abordadas previamente, las TIC constituyen una parte esencial en la realidad de la educación, por cuanto han revolucionado las estrategias didácticas en los procesos educativos. Si bien el aprendizaje es un proceso a través del cual el ser humano apropia conocimientos y desarrolla habilidades, este será exitoso en la medida en que el receptor esté motivado a aprender. A pesar de ello, cada vez es más difícil mantener altos niveles de motivación en los educandos y es allí donde la introducción de herramientas como las TIC podrían acercar a las nuevas generaciones a algo que les guste, logrando despertar interés en ellos y así tener como insumo en la enseñanza y aprendizaje mentes constantemente motivadas.
Ahora bien, medios como la tecnología y los sistemas que funcionen por medio del internet y sistemas similares, no sólo reduce la brecha entre el estudiante y el profesor, sino que facilitan la transferencia de conocimiento e información entre las dos partes, al tiempo que permiten espacios de comunicación más amplios ya que no se limitan al ámbito presencial sino que se lleva al contexto virtual. Es allí, donde se despejan aún más dudas que los aprendices puedan tener y como respuesta, el profesor tiene la oportunidad de generar retroalimentación constante; de esta manera, existe la posibilidad de contar con un aprendizaje más eficiente, y no sólo esto, sino que se asegura que los nuevos conocimientos que se están adquiriendo estén llegando hasta el estudiante de forma correcta.
La utilización de las TIC apoyan al aprendizaje colaborativo que se desarrolla tanto en forma virtual como presencial, utilizando internet, redes sociales, plataformas como Blackboard y Moodle, las cuales permiten desde compartir información y conversar, hasta evaluar y dejar tareas en el mismo medio. En este caso la red de aprendizaje es cada vez más grande ya que estos medios permiten que se unan grandes grupos de personas en un sólo lugar para un intercambio de conocimientos más eficiente. Adicionalmente, existen sitios web que le dan la oportunidad al docente de dinamizar sus actividades en el aula de clase y así garantizar la participación activa del estudiante (Ver Educaplay) (Ver Wheel Decide).
Sin embargo, la inclusión de estas herramientas tecnológicas en los procesos de enseñanza y aprendizaje, supone para el sistema educativo grandes retos (Ver Las TIC con llave maestra en el aula). Por una parte, es necesario garantizar la conectividad y accesibilidad a una infraestructura digital robusta y sólida, teniendo en cuenta que si bien estos niveles han mejorado constantemente en las zonas urbanas, especialmente en los centros poblados más importantes de los países, aún vemos dificultades en las zonas rurales, donde las necesidades de educación ni siquiera se pueden dimensionar en la era digital, puesto que son más básicas y humanas, como la movilización de los estudiantes y el estado físico de las aulas de clase.
Por otra parte, es necesario tener en cuenta la vulnerabilidad de estos medios digitales, si bien se habla de la facilidad con la que ellos ayudan a ejecutar muchas actividades de la vida diaria, no se puede dejar a un lado la importancia de los medios desarrollados antiguamente; por ello, es importante conciliar y equilibrar la relación entre medios clásicos y modernos. Por su parte, el docente asume el reto creativo mediante el cual pueda encontrar un óptimo engranaje entre ellos, de manera tal que se involucren varios sentidos en el proceso de enseñanza y aprendizaje, solo así se logrará evidenciar una mayor retención de conocimientos en función del sentido y método utilizado en la transmisión de los mismos.
Finalmente, el docente al planear sus actividades a desarrollar dentro del aula de clase e incluso extraclase, es autónomo al decidir cuáles medios utilizará para lograr el objetivo propio de la acción educativa. Sin embargo, no se trata de encontrar un manuscrito o un dogma que exponga explícitamente cuáles son las mejores combinaciones de medios dependiendo de la disciplina o ciencia que se desea impartir, puesto que cada educador imprimirá su carácter en la forma en que orienta estos procesos, lo realmente importante es buscar una armónica integración de ellos, que se opere bajo un sentido pedagógico y que se busque el aprendizaje significativo, aquel que no sólo tenga por meta transmitir un determinado conocimiento, sino que los educandos puedan apropiar esto a tal punto de poderlo extender y aplicar en otras disciplinas.
Tatiana Hernández Cifuentes
Docente en formación
Facultad de Ciencias Naturales y Matemáticas
Universidad de Ibagué