Partiendo del hecho que los educandos de hoy son de una era digital, es indispensable tener en cuenta todos los factores que intervienen en el proceso de enseñanza aprendizaje, para poder establecer que se necesita para que el aprendizaje ocurra. Primero la motivación, la maduración cognitiva y emocional, segundo los factores socioculturales y familiares que juegan un papel importante y finalmente la disponibilidad de las instituciones educativas en cuanto infraestructura y todo lo concerniente al uso de herramientas tecnológicas.
Empezamos hablando como cada docente utiliza estrategias para captar la atención de los estudiantes; con juegos, noticias de actualidad, trabajos en grupo y todo lo que tiene a su alcance para tener medianamente éxito en el aula. La introducción de las Tic en el aula no consiste en colocar al alumno frente a una pantalla, una actividad interactiva o una animación; debemos ir más allá, necesitamos ser más ambiciosos y buscar nuevos caminos para enfocar la enseñanza, de forma globalizada,
En el contexto educativo se habla del aprendizaje colaborativo, constructivista es claro que necesitamos aprovechar los beneficios que estos modelos nos brindan; sin embargo, no podemos desconocer que la evolución hacia nuevos sistemas de aprendizaje es irreversible y que debemos tomar ventaja del avance tecnológico.
Aquí aparece esta pregunta: como un estudiante que en el aula va de la mano con la pasividad, logra aprenderse todas las canciones de moda, todo sobre fútbol o quizá vídeo juegos? Sencillo, si no lo hace no tendría de que hablar con sus amigos, no sería muy bien aceptado en su contexto social.
Es aquí donde las tecnologías en el aula colocan a los alumnos, estudiantes e instituciones educativas en una misma sintonía, se hacen colaboradores del mismo mundo compartiendo herramientas y medios de comunicación.
El docente que implementa las Tic se convierte en cómplice de su estudiante, es cercano, con él se puede conversar sobre lo que nos ocurrió en el chat, como se puede combatir un virus, como ciertos programas facilitan nuestras presentaciones, pero lo más importante es que les aporta una forma novedosa de aprender. Cuando llegamos al aula con un portátil o un vídeo beam las caras cambian, se muestran expectantes ante lo que para ellos es una clase distinta. El profesor en ese momento deja de ser el vomitador de conceptos para pasar a ser el revelador de cosas nuevas e interesantes que ellos mismos tienen que descubrir, asimilar y, lo que es más importante, participar activamente en aquello que aprenden. Creo que nos falta ese poquito, el salto hacia los nuevos aprendizajes, adaptarnos a evaluar de forma distinta, a que los muchachos entiendan el mundo y no se lo aprendan, lo vivan desde dentro y lo construyan sin esperar para ello a ser adultos productivos. Al final, cuando salgan a la calle, se encontrarán con una nueva forma de aprender.
