Las nuevas tecnologías de la información y la comunicación han traído cambios en los ambientes habituales de aprendizaje, introduciendo elementos transformadores e innovadores. En este nuevo escenario el docente enfrenta el reto de integrar los avances y usos novedosos de las TIC con disciplinas como la pedagogía y la psicología del aprendizaje.
En palabras de Coll (2004-2005, p.5): “No es en las TIC, sino en las actividades que llevan a cabo profesores y estudiantes gracias a las posibilidades de comunicación, intercambio, acceso y procesamiento de la información que les ofrecen las TIC, donde hay que buscar las claves para comprender y valorar el alcance de su impacto en la educación escolar, incluido su eventual impacto sobre la mejora de los resultados del aprendizaje”.
En este ambiente de la información, el conocimiento, la enseñanza y el aprendizaje, los docentes enfrentan el desafío de innovar su práctica educativa con el apoyo de la tecnología.
Sin embargo, es, en este escenario, cuando Sancho (1994) expone que: “las actitudes de los docentes se sitúan entre dos polos: entre la tecnofobia y la tecnofilia, es decir, por un lado están las personas que rechazan el uso de las máquinas y que incluso utilizándolas sienten desagrado, puesto que prefieren trabajar sin ellas. En el otro extremo se encuentran los que se sienten plenamente incorporados al mundo de la tecnología, los que siguen con entusiasmo su evolución e innovación, los que están al día de los últimos productos, de las últimas versiones y, sobre todo, los que están convencidos de que la tecnología equivale a evolución y progreso, y son de la idea de que si las escuelas estuvieran adecuadamente dotadas y los profesores adecuadamente formados, los alumnos aprenderían de forma mágica”.
A este grupo se añade uno más y son los docentes que comprenden la importancia de la incorporación de las TIC en el aula pero desconocen su uso. Para el caso de la Universidad de Ibagué, la Institución creó el Centro de Innovación Educativa Ávaco, con el fin de estimular, promover, apoyar y gestionar el diseño de ambientes virtuales de aprendizaje y la incorporación de TIC al currículo y a la práctica pedagógica de la Universidad.
En este proceso, el principal reto no está en vincular a los docentes con tecnofilia o aquellos que comprenden la importancia de la incorporación de las TIC, sino a los tecnofóbicos que se resisten al cambio. Es importante que los profesores entiendan la necesidad de asumir el uso de la tecnología como mediación pedagógica y que la propuesta que adelanta la Universidad no se reduce simplemente a la utilización de las herramientas tecnológicas sino que también involucra dimensiones didácticas y pedagógicas.
Una forma para que comiencen a conocer este trabajo es darles a conocer los resultados, que seguramente cada día serán más, de aquellos docentes que aceptaron el reto de incorporar las TIC en los procesos de enseñanza y de aprendizaje. Una comunicación constante que motive para que se asuma una conciencia positiva frente al uso de las TIC en el aula de clase como apoyo a la docencia.
Referencias
Coll, C. (Agosto 2004- enero 2005). Psicología de la Educación y prácticas educativas mediadas por las tecnologías de la información y la comunicación: Una mirada constructivista. Sinéctica, (25), 1-24, Sección Separata.
SANCHO, Juana María, Para una Tecnología Educativa, Horsori, Barcelona, 1994.