Gabriel Francisco Guzmán Castro. Docente tiempo completo, programa de Economía.
Gabriel Guzmán, durante la clase de rediseño de curso.
Con 30 años y uno de experiencia como profesor de tiempo completo en la Universidad de Ibagué, Gabriel Guzmán, economista de la Universidad del Tolima y candidato a la Maestría en Filosofía, de la Universidad Nacional de Colombia, es uno de los profesores que emprendió el proyecto piloto de Ávaco para el rediseño de cursos, con la asignatura Modelos Econométricos. “Como profesor, esta experiencia ha sido muy agradable, estoy cerca de la tecnología y ha sido fácil el aprendizaje; cuando se presenta una nueva herramienta, la asumo sin traumas y con dinamismo”
Modelos Econométricos tiene la particularidad que debe ser tomado por todos los programas de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas: Mercadeo, Negocios, Contaduría y Economía. “Históricamente, esta asignatura ha sido complicada para los estudiantes que no estudian economía, la mortalidad académica ha sido alta en semestres anteriores y, además, es un curso retador en su rediseño porque no hay herramientas ´obvias´ por su temática, no existe un software específico que dé cierta autonomía en el aprendizaje”.
Ávaco/News: ¿Por qué escogió esta asignatura para el rediseño de curso?
Gabriel Guzmán: Es un curso que da herramientas de gran utilidad los para futuros profesionales. Tiene dificultades sí, y parte de la idea para el rediseñó, fue que se hiciera fácil para todos. Los Modelos Econométricos brindan herramientas que le permite al estudiante explicar, y en alguna medida predecir, algunos fenómenos, en este caso económicos. Es de gran importancia para analistas e investigadores porque con modelos -en este caso econométricos- es posible algún acercamiento y comprensión de una realidad que es sumamente compleja. Esto es de gran relevancia si se tiene en cuenta que en economía es muy limitado lo que se puede hacer en cuanto a experimentación.
Avaco/News: ¿Cuál es el resultado?
G.G: Creamos modelos con la combinación de la estadística, la teoría económica y la matemática; con esta base, hacemos algo que intenta asemejarse a lo que ocurre en un laboratorio. Aislamos ciertas variables, nos concentramos en las que consideramos más relevantes y, en alguna medida, intentamos identificar ciertas relaciones y regularidades encontramos ciertas irregularidades, para hacer predicciones acerca de lo que podría ocurrir, bajo ciertas circunstancias, en el futuro. Esto es especialmente relevante para personas que trabajan en el sector público o privado y que deben tomar decisiones que, en algunos casos, pueden afectar a millones de personas, tal y como sucede en instituciones como el Banco de la República o Planeación Nacional, para mencionar apenas dos de los ejemplos más significativos.
Avaco/News: ¿Qué ha significado para su trabajo como docente el rediseño del curso?
G.G: El algo muy enriquecedor. Han sido meses de trabajo intenso para lograr contar con un curso rediseñado que cumpla las metas propuestas. El proceso de rediseño se inició a principios de este año con la discusión acerca del enfoque pedagógico, mientras que, paralelamente, identificamos las herramientas tecnológicas convenientes para cumplir con los objetivos pedagógicos establecidos. Después fue un proceso arduo de rediseño con los compañeros de Ávaco, quienes nos han acompañado a lo largo de todo el proceso.
«Debemos generalizar la presencia de las ayudas tecnológicas en nuestros cursos»
El éxito, o lo más positivo para el profesor Guzmán, ha sido lograr liberar tiempo que dedicaba a aspectos que no eran los más relevantes, y concentrarse en el proceso de aprendizaje. Por ejemplo, le ha permitido dejar de dedicar tanto tiempo a la enseñanza del software que, antes que una herramienta más, se había convertido en un fin en sí mismo. Ahora, con las guías y los videos tutoriales, los estudiantes aprenden esa parte técnica de una manera más autónoma. De esta forma, no podemos concentrar con los estudiantes en el análisis de los modelos construidos, el significado de sus resultados, su aplicabilidad y en lo que podría implicar para la toma de decisiones en escenarios parecidos a los que van a enfrentar durante su vida profesional.
Ávaco/News: ¿Cuándo comenzó la implementación?
G.G: A partir de este semestre con dos grupos y, ahora, estamos en proceso de evaluación del impacto del curso rediseñado en los estudiantes. La valoración se hace en dos frentes. En primera instancia, miramos cómo incide en el proceso de aprendizaje del estudiante: si es más dinámico, efectivo y si los rendimientos son mejores; y, en segunda medida, realizamos un control de las herramientas utilizadas, con miras a identificar las de mejores resultados. Por el momento lo que he podido percibir es que los estudiantes siguen apegados a los métodos y herramientas tradicionales. Debemos generalizar la presencia de las ayudas tecnológicas en todos nuestros cursos; así, para los estudiantes, su uso se va a hacer más “natural”.
Ávaco/News: ¿Cómo ve el rol del maestro frente a las tecnologías?
G.G: Sigue siendo preponderante el papel del maestro. Con el rediseño hemos podido acceder a ciertas herramientas y acompañar al estudiante para que se entusiasme, y el aprendizaje sea más fácil. El acceso a las tecnologías de la información y la comunicación libera al docente de destinar tiempo valioso a la enseñanza de asuntos que básicamente, en mi curso, son instrumentales y que los estudiantes pueden aprender de manera independiente con trabajo fuera del aula. Así mismo, se facilita el trabajo colaborativo: los estudiantes desarrollan proyectos investigativos en equipos lo cual los hace agentes activos en la generación y apropiación del conocimiento, en un escenario de cooperación entre ellos y el permanente acompañamiento del docente.
En cuanto a la brecha digital, creo que sí existe. Ocurre que las personas de cierta edad, tienen algún grado de dificultad para apropiarse fácilmente de las nuevas tecnologías. Aun cuando, debo reconocer, muchos de mis colegas de mayor edad están a la orden del día en cuanto a los avances tecnológicos más recientes. Otros, por su parte, compensan con entusiasmo y dedicación el haberse formado en un medio con nula o escasa presencia de las tecnologías con las que actualmente contamos. Por otra parte, lo que veo en el día a día es que los jóvenes tienen mayor destreza para aprender a usar los nuevos equipos tecnológicos. Sin embargo, bien vale la pena mencionar, muchos estudiantes no son muy conscientes de qué herramientas tecnológicas pueden ser verdaderamente útiles para su vida académica. A veces tampoco logran discernir con claridad cuáles de esas tecnologías pueden llegar a ser importantes para lo que van a enfrentar con posterioridad a su graduación, en el mercado laboral o en sus propios emprendimientos.
Ávaco/News: ¿Y su experiencia con el Proyecto Ávaco?
G.G: Es un proyecto que va bien y creo que a futuro va a ser de un impacto muy alto para nuestra Universidad. El equipo
humano de Ávaco es excelente, siempre está dispuesto para el acompañamiento que requerimos los docentes y su dinamismo es innegable. La experiencia con los otros tres compañeros ha sido grandiosa y creo que el proyecto de cada uno marcha bien. Es importante que se pueda involucrar a la totalidad de los docentes, y así nuestros estudiantes tendrán un proceso de aprendizaje más significativo. Porque lo relevante es poder formar seres humanos autónomos, que el conocimiento les permita incidir positivamente en su entorno y estar siempre actualizados para enfrentarse a un mundo laboral cada vez más competitivo.
El periódico Ávaco News me parece importante como medio de difusión pero, especialmente, como escenario donde podamos compartir nuestra experiencia docente. Cada uno está involucrado en las tareas propias de nuestra disciplina y en cada ámbito existen escenarios para debatir, pero las discusiones regularmente giran en torno a temas disciplinares y debemos aprovechar la oportunidad que tenemos de un periódico que permite el debate pedagógico con los compañeros, para aportar cosas positivas y valiosas. Podemos encontrarnos allí, publicar, opinar, discutir, polemizar, pero lo más trascendental, es poder dialogar y aprender de los demás.
Finalmente, a propósito de la pregunta de por qué un economista se decidió a hacer estudios en Filosofía a nivel de maestría, Gabriel Guzmán responde que la filosofía lo impregna todo; especialmente, el profesor se interesa en los problemas filosóficos de las ciencias, particularmente de la economía y considera que existen álgidos debates a propósito de la cientificidad de la economía –y en general de todas las ciencias sociales–. Adicionalmente, agrega: “La econometría, por su parte, está llena de supuestos, de métodos y resultados que pueden ser analizados filosóficamente. En general, la filosofía brinda una base sólida para enfrentarse a los debates al interior de una ciencia. Me apasionan las discusiones “duras” a propósito del conocimiento, y considero que la academia es el contexto ideal para seguir en contacto con esas discusiones, estudiando y creciendo como profesional”.
