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El  aprendizaje social : un desafío para la formación universitaria. Por Cecilia Correa Valdés

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El aprendizaje es permanente en la vida del ser humano, aunque se aprenda de diferentes maneras y en ambientes cada día más enriquecidos, por las posibilidades de acceso a las Tecnologías de la Información y Comunicación TIC. Este aprendizaje continuo permite que durante toda la vida de un ser humano, este vaya perfilando mejor la comprensión que tiene de la realidad en que vive. Hoy, el aprendizaje es una acción colectiva y relacional; se aprende con otros y en estos procesos de cooperación, colaboración e interacción es que se ponen en común experiencias, conocimientos y valoraciones del contexto, que finalmente producen una verdadera inteligencia colectiva.

Sin embargo, las universidades y sus docentes no están aún preparados para esto, porque siguen fieles a la tradición psicológica que ha sostenido que el aprendizaje es un proceso individual, que se produce por la actividad de un docente. Leer más

La formación bajo esta perspectiva es conducida por el docente, en espacios definidos para tal efecto (aulas de clases), libres de distractores como celulares, tabletas o computadores, donde se maneja una gran cantidad de información y muchos ejercicios –normalmente repetitivos – para que el estudiante logre comprender. Por su lado, los currículos universitarios- en su mayoría- no proponen una enseñanza para la comprensión, que permita a los estudiantes desarrollar la habilidad de pensar y actuar flexiblemente con lo que conoce; dicho por Perkins(1988) la comprensión es la “capacidad desempeño fexible”. Por otro lado, las tendencias emergentes en la educación, a partir de la llegada de la Internet y el entendimiento que el mundo va hacia el desarrollo de una inteligencia colectiva, obligan al sector educativo a replantearse sus prácticas y repensar los modelos pedagógicos que las rigen, de modo contrario no se logrará el auto aprendizaje, ni se podrán plantear estrategias de metacognición y mucho menos se podrá entender el aprendizaje como una construcción de significados.

Una aproximación a la definición de aprendizaje.

Entre muchas definiciones y consideraciones acerca de lo que es el aprendizaje hay una idea común: El aprendizaje es una actividad exclusiva y singularmente humana. Es considerado como un conjunto de procesos relacionados con conocer, representar, transmitir y ejecutar, a través de los cuales se adquieren o se modifican ideas, habilidades, destrezas, conductas o valores; todo como producto de diversas experiencias cognitivas intencionales o no.

A lo anterior, es necesario puntualizar algunas características propias del aprendizaje (López, 2013)

           a) Da significado al conocimiento

           b) Atribuye valor al conocimiento

           c) Operativiza el conocimiento en contextos distintos al inicial.

           d) El conocimiento puede ser transmitido a otros individuos en forma presencial o remota.

Actualmente, se plantea que la tendencia del saber hacer las cosas deben ser complementados con el Know-where, el saber dónde están las cosas; se refiere al saber ubicar el conocimiento relevante según los objetivos de aprendizaje, a los cuales se enfrenta un individuo. Esto realmente se constituye en una nueva competencia para los actuales estudiantes, y ya está ampliamente estudiado por autores que trabajan en estrategias metacognitivas. Sin embargo, dentro de estos consensos en cuanto al aprendizaje, se pueden distinguir algunas metáforas para referirse a este; la idea de metáforas fue acuñada por Mayer (1992).

La metáfora del aprendizaje como adquisición de conocimiento, pese a que es una corriente de los años cincuenta, aún persiste en las instituciones educativas (han existido pequeñas modificaciones, especialmente con el surgimiento de las corrientes cognitivistas). Esta posición para entender el aprendizaje, plantea que el eje es el docente como un transmisor de conocimientos y el centro de la actividad formadora son los contenidos del aprendizaje, y la máxima preocupación del docente gira en torno a qué puede hacer él para que los conocimientos que traspasa a sus estudiantes, permanezcan en la memoria de ellos. Algunos conocen esta propuesta como una Instrucción centrada en el currículo. Desde esta perspectiva, el aprendizaje avanza de la misma manera que el contenido en forma fragmentada y el progreso del alumno consiste en avanzar por cada una de estas partes, y de lo pueda demostrar en la evaluación de corte (final y sumativa) del proceso.

Se trata de un enfoque cognitivo, de una u otra manera, pero cuantitativo exclusivamente, interesa sólo de la cantidad de conocimientos. Sin lugar a dudas, en comparación con el conductismo a ultranza, es una avance porque al menos no niega que el estudiante pueda tener más o menos control de su aprendizaje, pero este dominio no se plantea como un objetivo de aprendizaje ni el docente tiene como misión contribuir a que sus estudiantes alcancen competencias de autoaprendizaje.

La metáfora del aprendizaje como construcción de significados. Se basa esencialmente en las corrientes cognitivistas del aprendizaje, que surge con mucha fuerza en los años ochenta, cuando la investigación educativa se traslada de los laboratorios a situaciones reales de aprendizaje en establecimientos educativos; es la época de mayor valoración de las investigaciones cualitativas de educación en aulas de clase. Se valora la realidad social en que el aprendizaje se produce y reproduce y así surge la opción de reconocer al estudiante como un sujeto más activo, más creativo, un estudiante que busca construir significados a las realidades en que se mueve. Se vislumbra un aprendiz más autónomo y autorregulado que le interesa conocer sus propios procesos cognitivos y tener control sobre ellos. Así el aprendizaje se vislumbra como un proceso activo que se construye a partir de experiencias y conocimientos previos de los estudiantes, donde el profesor pasa a ser un guía, un orientador del proceso de construcción del conocimiento.

Se estructuran en este momento conceptos como aprendizaje significativo, aprendizaje para la comprensión, modelos, modelos cognitivos, constructivismo y muchas otras propuestas, las cuales tienen en común que los procesos formativos deben centrase en el aprendizaje y no en la docencia como venía siendo hasta ese momento. Los enfoques constructivistas son muchos y variados, pero coinciden en que el cambio en el aprendizaje de un individuo, es reflejo del cambio interno que tiene su origen en el propio aprendiz. Teóricos tan conocidos como Jean Piaget, David Ausubel, Jerome Bruner, Robert Gagné y Vigotsky, entre otros, pueden ser considerados constructivistas (enfoque básico del cognitivismo).

Jean Piaget, concibe el aprendizaje en relación con el desarrollo de procesos mentales definidos: maduración y experiencia, son variables fundamentales en esta propuesta. Brunner, por su parte, plantea el aprendizaje como un proceso permanente de descubrimiento; los conocimientos se le platean al individuo como un reto y un desafío  a resolver, donde es necesario el desarrollo de estrategias para la resolución de problemas. David Ausubel, aporta planteando que el conocimiento se organiza en los individuos en forma jerárquica, donde los conceptos menos generales (con mayor subordinación) se incluyen en conceptos más generales de nivel superior, favoreciendo el almacenaje y la interpretación del conocimiento, lo que este autor plantea como “andamiaje cognitivo”. Es imprescindible mencionar a Robert Gagné, quién plantea que el aprendizaje es de naturaleza social e interactiva, que se produce a partir de la interrelación del individuo con el entorno, aunque no desconoce los procesos internos de maduración de un individuo. También es importante su planteamiento en relación a la necesidad de planificar esta interacción con el entorno para que se produzca el aprendizaje, no se puede dejar al azar.

Lev Vigotsky, hoy se considera como uno de los precursores de los planteamientos acerca de la construcción social del conocimiento. Este estudioso, que fue anterior en el tiempo a Piaget y desconocido por este, le dio un carácter determinante al contexto social; incluso llegó a plantear la importancia del entorno social (más específicamente los aspectos culturales) como desencadenante de los procesos psicológicos. Según su teoría (Enfoque histórico –cultural), toda función cognitiva surge primero en el entorno social próximo. El concepto mas importante, que introduce Vigotsky, es el de zona de desarrollo próximo (ZDP) entendida como: “La distancia entre el nivel de desarrollo real del niño, tal y como puede ser determinado a partir de la resolución independiente de problemas, y el nivel más elevado de desarrollo potencial, tal y como es determinado por la resolución de problemas bajo la guía del adulto o en colaboración con sus iguales más capacitados» .Vygotsky, (1932, cit. en Wertsch, 1988; p. 84).

Lo anterior como una breve introducción a algunos planteamientos  teóricos considerados como artífices de las propuestas pedagógicas de corte cognoscitivo y entre ellas el constructivismo, los cuales permiten rescatar para este siglo XXI elementos importantes para avanzar en la formación de nuestros estudiantes -nativos digitales. La idea de aprendizaje colaborativo, la interactividad del aprendiz con otros y con los docentes, la necesidad de trabajar en torno a la resolución de problemas, el reconocer que ningún estudiante es un libro en blanco, que los conceptos se pueden jerarquizar y, por supuesto, la importancia del entorno social para la construcción del conocimiento y el aprendizaje. Así, es una necesidad ineludible para el sector educativo de este siglo, reflexionar acerca de los procesos de enseñanza y de aprendizaje en ambientes virtuales, desde lo que se ha venido planteando, como una perspectiva constructivista y socio-cultural, con especial énfasis en el aprendizaje.

Bibliografía

Gagne, R. (1987). Las condiciones del aprendizaje. México: Interamericana.

López, Miguel A. (2013). Aprendizaje, Competencias y TIC. Pearson.

Martínez, F (2001) «El profesorado ante las nuevas tecnologías”. En Blázquez, F. Sociedad de la información y Educación. Badajoz: Junta de Extremadura. España.

Meyer, R. (2002). Psicología de la educación. El aprendizaje en las áreas del conocimiento. Pearson.

Torres, Gabriela y MARTÍNEZ, Juan. (2011). Diseño de planes educativos bajo un enfoque de competencias. Trillas.

Wertsch, J.V. (1988). Vygotsky y la formación social de la mente. Barcelona, España: Paidós.

Zabalza, M. (2007)”Planes de formación del profesorado universitario”http//www.aneca.es/servicios/docs/burgos07_09_zabalza.pdf.

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