Si bien es cierto, hoy en día nos movemos en un mundo en donde lo digital y lo virtual se ha convertido en nuestra cotidianidad, no podemos desconocer que aunque ha cambiado la forma no cambia la esencia, o si no preguntémonos: ¿Cómo aprendimos a leer y a escribir? O mejor aún, ¿Cómo aprenden nuestros niños a leer y a escribir? Muy seguramente tendremos infinidad de respuestas e ideas al respecto, pero de algún modo siempre llegaremos a la misma conclusión: Aprendemos a leer y a escribir a través de lo físico, lo material, del contacto con el entorno, con el otro, del contacto con el papel, el lápiz y los libros.
La globalización del mundo ha provocado que se comience a adoptar una unidad cultural, conllevando a que se cree la necesidad de buscar medios y formas de comunicación más rápidas y eficientes que faciliten la vida de las personas, en un tiempo tan agitado como en el que vivimos y nos encontramos inmersos. Este es un tiempo de transformaciones y renacimientos, tal y como lo menciona Juergen Boos en su artículo “La Transformación del Libro en la era digital”. «Los libros solían ser algo que se leía en papel. La convergencia de los medios cambia eso. Hoy en día se pueden tocar y oír los libros: pueden estar contigo en cualquier situación de tu vida. Este fenómeno adopta muy diversos nombres, como hipermedia o multimedia, y supone una experiencia sinestética».
Según Jay David Bolter, «la verdadera escritura electrónica no se limita al texto verbal: los elementos ‘escribibles’ pueden ser palabras, imágenes, sonidos o incluso acciones que llegan al ordenador en forma de instrucciones para su ejecución»[3]. Un ejemplo de ello es el uso de los medios en los coches sin conductor, una tendencia que actualmente siguen la mayoría de los fabricantes de automóviles, reposicionándose como proveedores de servicio de movilidad (y para conocimiento y entretenimiento móviles). El coche se convierte en un ‘espacio privado’ que puede utilizarse libremente, con las manos fuera del volante… y el contenido de un libro es uno de los medios que te rodean en ese espacio [4″].
Es por ello, que en medio de tantas transformaciones es importante repensar y reflexionar acerca de este tema. Pues si bien es cierto, que hoy en día la tecnología nos facilita las cosas y el acceso a la información, hasta qué punto podemos volvernos en unos entes tecnológicos? Incapaces de reflexionar, analizar y de disfrutar de lo real y palpable. Asusta el hecho de pensar acerca del futuro de nuestros niños, teniendo en cuenta que cada día se vuelven más dependientes de la tecnología convirtiéndolos en seres introvertidos, aislados, solitarios y sedentarios que por el “facilismo” que ofrecen los medios tecnológicos se olvidan de ser niños, de jugar, correr, ensuciarse, reír, compartir y sobretodo de aprender de la manera tradicional tal y como lo hicimos nosotros, esto sin desconocer las habilidades que debemos desarrollar como ciudadanos digitales.
Por eso, la invitación es a disfrutar nuevamente de lo real, del compartir, de lo humano, del papel, de los libros. Al fin y al cabo necesitamos de lo físico para llegar a lo digital.
