La aparición de Internet durante la década del los 70 del siglo pasado, ha cambiado radicalmente nuestra forma de comunicarnos. Esto no afectó únicamente al lenguaje oral, el cual se ha transformado de manera abrupta, sino al escrito y la forma en la que nos comunicamos. Es evidente que el desarrollo tecnológico, ha puesto a nuestro alcance dispositivos electrónicos portátiles cada vez más pequeños y eficientes, dando pie a la creación de nuevas plataformas de comunicación, como el correo-electrónico. Actualmente el ciberespacio permite un sinnúmero de posibilidades de comunicación, especialmente multimedia, donde se generan nuevos tipos de interacciones sociales.
La naturaleza híbrida permitida en los mensajes que empleamos para comunicarnos en la web, hacen necesaria una profunda reflexión y planificación para una efectiva comunicación a través de estos lenguajes multimodales, donde la imagen, el vídeo, colores, y sonidos pueden formar parte de un mismo mensaje. Es así como los textos generados en plataformas digitales, tienen la posibilidad de ser interactivos (Olaizola, 2015). Este último aspecto es de suma relevancia, pues la interactividad de los textos también implica la co-construcción de textos colaborativos los cuales pueden ser producidos por varios autores en tiempo real.
Este es el nuevo desafío que enfrentan las universidades a nivel mundial, nos hemos preparado para una educación con una presencia física, sin embargo, como docentes investigadores y estudiantes, nuestros esfuerzos investigativos cada vez incluyen más la revisión y producción de contenidos multimedia, que dan cuenta no sólo del conocimiento que gestionamos y creamos, sino además de una nueva realidad-espacio donde cohabitamos, la virtual, allí el texto escrito más que perder su importancia, se convierte en herramienta fundamental de esta nueva manera de comunicarnos, tributando a nuevas posibilidades de colaboración y construcción del conocimiento.
Referencias:
Olaizola, A. (2015). La escritura digital en el aula: qué es y cómo se puede enseñar y evaluar. Reflexión Académica en Diseño y Comunicación (26), pp. 206-212.