La naturalización de la tecnología en la vida cotidiana hace que ya no sea fácil diferenciar cuando se está haciendo uso de ellas y cuando no, se ha convertido casi inherente a la realidad humana, y esto trae como fenómeno la falta de memoria histórica, haciendo que solo aquellos que han sido emigrantes digitales guarden algo de aquel pasado sin la tecnología actual.
Los avances tecnológicos brindan grandes ventajas para el campo de la educación actual, ya que la oferta del conocimiento es cada vez mayor. A pesar de estas ventajas, para acceder a la información, algunos jóvenes no tienen el interés de adquirirlo o por lo menos, no tienen el interés de utilizar estos recursos para fortalecer sus competencias y el conocimiento acerca de temas académicos o de reflexión social. Los intereses de los jóvenes en gran medida se encuentran direccionados a los recursos de entretenimiento y socialización virtual, como redes sociales y juegos online.
Es importante detenerse a pensar, en las diferentes razones que pueden estar involucradas con la poca utilización de recursos académicos en la web y la alta demanda de consultas de recursos de entretenimiento. En primer lugar, es una relación difícil de cambiar, teniendo en cuenta que es muy llamativo para un adolescente, el poder soñar con la idea de conocer otras culturas, otros mundos a través de la web o simplemente inventar uno. En este caso, lo único que resta es tratar de permear el mundo llamativo para la juventud, adaptarse a él y actuar en él.
La propuesta es que el conocimiento académico no se tiene que encontrar exclusivamente en una biblioteca, sino que debe estar en todas partes, incluyendo redes sociales y juegos; no tiene que ser la parte aburrida del acceso al conocimiento, debe buscar la forma de ingresar como dé lugar al nuevo mundo, siendo llamativo y de alta visita de la población objeto. Esta propuesta requiere de grandes esfuerzos de muchas personas, como es el caso de profesores de colegio, de universidades, idiomas, padres de familia y autoridades, que vean pertinentes nuevas formas de enseñar y trasmitir conocimiento, innovando y viendo la realidad no como una amenaza, sino como una oportunidad de aprender junto con los estudiantes.
La tecnología ha llegado a lugares impensables, así debe llegar la educación, potencializar estos recursos y llegar a lugares no imaginados hace algunos años. Necesariamente esa posibilidad está de la mano de las personas que tienen a su cargo la formación de ciudadanos.