La planificación educativa es un proceso, que cada día cobra mayor importancia sobre todo cuando se está incorporando tecnologías –las TIC- a la formación de los estudiantes; las tradicionales improvisaciones de tiza y tablero quedaron atrás; hoy los estudiantes necesitan conocer las secuencias de las actividades de aprendizaje con anterioridad a la clase ( virtual o presencial), pues poco o nada se puede hacer frente a las propuestas metodológicas de ABP (aprendizaje basado en problemas ), casos de estudio o formación por proyectos, que constituyen las propuestas estrellas de las metodologías activas a la cual le apunta la Universidad de Ibagué.
También cuando hablamos de metodologías activas, se está haciendo referencia al logro de competencias en sus tres dimensiones básicas: lo cognoscitivo, lo procedimental y lo actitudinal. Sin embargo, la comprensión del término de competencias, así como la formación para su desarrollo o la medición del nivel de logro, genera muchas inquietudes en los docentes, normalmente no comprenden cómo se redactan las competencias o cómo éstas se pueden operativizar para así diseñar las tareas o actividades necesarias para alcanzar el nivel de logro deseado.