Héctor Duarte, ingeniero industrial, se graduó de la Universidad de Ibagué hace 21 años. Hoy, participa desde México como estudiante, en el Diplomado en Competencias Básicas en TIC, dirigido por el grupo Ávaco. “Me emociona volver a ser estudiante virtual de mi Universidad y tener como profesora a la doctora Cecilia Correa. Estudiar en la Universidad me permitió un desarrollo integral como ser. Tuve la fortuna de contar con un grupo de amigos inigualables, además, de académicos – profesionales con experiencia, sólidos conocimientos y comprometidos para formar académica y profesionalmente a un grupo de entusiastas y alegres jóvenes, que tenían ganas de crecer como seres humanos y profesionales».
En 1991 trabajaba para una compañía de Costa Rica, constructora de casas prefabricadas que se vendían en San Andrés Islas, donde estaba radicado. “Allí conocí a mi futura esposa, Primavera, y madre de nuestros dos hijos: Miguel Ángel y Primavera. Ganó el corazón mexicano de mi mujer, y desde hace 19 años decidimos radicarnos en México (Cuernavaca, Morelos).Con esfuerzo y entrega, este país me dio la oportunidad de naturalizarme, de trabajar, de estudiar y, sobre todo, de hacer lo que más me gusta: ayudar a la gente a crecer y ser feliz. Héctor, considera que es difícil crecer como profesional en tierra extranjera, pero al final, si no se pierde la pasión por lo que se hace, se puede triunfar.
México le dio la oportunidad de continuar con sus estudios de posgrado y trabajar como ingeniero industrial, paralelo a su labor como docente. Fue jefe de producción en la planta de la empresa AKO Industrial, dedicada a la fabricación de electrodos y máquinas de soldadura a través de punto, utilizados para el ensamble de los autos Nissan (NISSAN MEXICANA S.A DE C.V.). Esta compañía japonesa, ubicada en la ciudad industrial del valle de Cuernavaca (CIVAC), se caracteriza por los altos estándares de calidad y productividad. “Trabajar como jefe de turno en este tipo de empresas que suministran partes, equipos y accesorios a empresas internacionales, requiere de profesionales con conocimientos, habilidades y destrezas, que reúnan los altos niveles de exigencia que tienen los japoneses. Además, de trabajar turnos seguidos, se requería de capacitación y actualización en los programas de calidad y productividad, Genba Kanri y mejora continua Kaizen, entre otros.
La docencia, como fuente de trabajo
Después de su experiencia con los japoneses, realizó la maestría en Administración en la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM). Desde ese momento, decidió incursionar en otro ámbito de trabajo: la docencia. Durante seis años estuvo con la Universidad Fray Luca Paccioli, para realizar, posteriormente, el concurso de reclutamiento y selección para formar parte del equipo directivo de una nueva Universidad: la Universidad Morelos de Cuernavaca. Más de 360 profesionales concursaron para sólo tres puestos directivos. “Trabajé durante 11 años como director del área de ingenierías, docente y promotor de la misma. Cuando llegó el momento de retirarme de la UMC, trabajé en la Universidad del Valle de México “UVM”, como coordinador y docente de las Licenciaturas Ejecutivas y Posgrado durante 3 años. Actualmente, me dedico a la docencia, capacitación y consultoría a la micro y mediana empresa”.
Árbol de Tinta: ¿Qué significó Coruniversitaria, hoy Universidad de Ibagué, en su proceso de formación académica?
Héctor Duarte: Una formación académica científica y profesional, basada en principios éticos y morales, además de un compromiso con el desarrollo integral como ser, que me permitió un desarrollo en lo social, cultural y económico. La formación en la Universidad de Ibagué, no sólo se centra en un compromiso con la región, los profesionales de la institución, podemos ser competitivos en cualquier escenario nacional e internacional.
A.T: ¿Qué valores le entregó la Universidad?
H.D: Los valores morales que me arraigaron en el seno de mi familia, y que fueron reforzados por nuestros compañeros, amigos, maestros, directivos y administrativos: Respeto, tolerancia y trabajo en equipo; así como la honestidad, la lealtad y la responsabilidad, entre muchos otros más, que hasta la fecha sigo cultivando como profesional y como persona.
La última vez que visitó las instalaciones fue en marzo del año pasado, y pudo comprobar el crecimiento de la Universidad, en infraestructura, oferta académica, planta docente e investigadores. “También tuve la oportunidad de conversar con profesionales que siguen preocupados para que Unibagué se reconozca en el “marco de las metodologías activas y en la construcción social del conocimiento, donde el estudiante es el eje central de la formación”. Nos hacen sentir muy orgullosos de ser egresados de nuestra universidad “Corporación Universitaria de Ibagué”, hoy Unibagué. Así mismo, recuerda que tuvo la oportunidad de saludar a personas que admira y respeta mucho, “como nuestro director de carrera y amigo, Raúl Moreno; nuestra amiga y maestra Cecilia Correa, directora de Ávaco; la actual directora y maestra, Gloria Piedad Barreto; y a grandes compañeros y amigos de estudio y de la vida como el Ingeniero Alfonso Muñoz y Nubia Triana, entre otros.
A.T: ¿Qué es lo que más le ha gustado de México?
H.D: Todo. Su gente, sus costumbres, la comida, el folklor y las tradiciones que hace a México un país que cobija, apoya y abre los brazos a su gente y a los extranjeros.
A.T: ¿Ha pensado en regresar algún día a Colombia?
H.D: Es una buena pregunta. Sí, creo que sí. Tantas veces como sea posible, para visitar a mi familia y amigos. Es grato disfrutar de estadías largas y placenteras en ese hermoso país. Con respecto al trabajo si se dieran las condiciones, me daría mucho gusto participar del importante crecimiento económico y social de mi tierra natal. A Colombia, bello y querido país que me vio nacer y crecer, le debo ser un digno representante o “embajador “de mi querida tierra.