Del énfasis en contenidos a las metas de aprendizaje.
Es común que los docentes se sientan abrumados por la cantidad de contenidos que deben trabajar con sus estudiantes, como también es frecuente que al finalizar el semestre “corran” para terminar el plan de desarrollo de la asignatura – PDA- con el cual se comprometieron a comienzos del período académico. No alcanza el tiempo para desarrollar todos los contenidos del curso, plantean los docentes.
Sin embargo, la solución a esta realidad la buscamos normalmente por un camino equivocado, cual es replantear la extensión los contenidos o redistribuirlos en varias asignaturas. En otras palabras, enseñar lo mismo pero con menos profundidad. Tal vez, esto funcione para disminuir la velocidad de las clases, pero no mejora la calidad, ni tampoco contribuye al aprendizaje activo de los estudiantes.
Surge así, la necesidad de rediseñar los cursos, pensando no sólo en el enfoque tradicional de los contenidos, sino en el aprendizaje a lograr con los estudiantes; para ello es necesaria una metodología sistemática de abordaje, que permita hacer coherente o mejor alinear las metas de aprendizaje con la evaluación del mismo. Para esto, es imprescindible que el docente aprenda a diseñar experiencias significativas de aprendizaje.
Es importante que los docentes inviertan tiempo en reflexionar-antes de rediseñar sus cursos- acerca de su propia práctica pedagógica por un lado y por otro, en aquello que esperan que sus estudiantes recuerden como un entendimiento perdurable, es decir aquello que permanezca en el tiempo como aprendizaje. Esto es, pensar en metas de aprendizaje, en competencias que el estudiante debe desarrollar. Por ello, para el rediseño o diseño de cursos es importante considerar lo siguiente:
1. Reducir los contenidos. Menor extensión y mayor profundidad en los contenidos; es imposible intentar cubrir todos los temas posibles de una disciplina.
2. incrementar el énfasis de las actividades de auto aprendizaje y aprendizaje activo. Se aprende mejor haciendo, aplicando el conocimiento. Hay que ir más allá de las clases magistrales. Diseñar actividades con casos, problemas y proyectos es de gran ayuda.
3. La evaluación del aprendizaje debe ser una actividad más dentro de la formación, que proporciona retroalimentación tanto al docente como al estudiante; es importante que sea permanente y no solo terminal.
4. Mejorar la comunicación con nuestros estudiantes, interesarnos por la persona que está por dentro de ese ser humano que tenemos al frente; acercarnos a entender su modo de ser y estar en el mundo. Planear unas actividades de aprendizaje para él y no para nosotros; no olvidarnos que son nativos digitales.
Pero por sobre todo, no hay que olvidar que un docente es competente sólo si sus estudiantes aprenden.
2 comments
armando rincopn gutierrez
31 enero, 2013 a las 22:44 (UTC -5)
POR FAVOR INFORMARNOS SOBRE EL DIPLOMADO
armando rincopn gutierrez
31 enero, 2013 a las 22:43 (UTC -5)
CUANDO EMPIEZA EL DIPLOMADO Y DONDE SE REALIZARAN LAS INSCRIPCIONES