Las tecnologías de la información generan una transformación radical en la cultura. Los jóvenes contemporáneos se relacionan con el conocimiento de manera fragmentaría, lo cual rompe el esquema clásico del culto al libro físico y la linealidad de la grafía. La escritura, el audio y el video se incorporan de manera armónica, haciendo del proceso de construcción de discurso un momento de aprendizaje significativo. El estudiante del siglo XXI tiene otros intereses, diferentes formas de representar, por ello la función del profesional de la educación es pensar contextos donde garantice el acceso al universo ilimitado del conocimiento de modo pertinente.
“Nuestros estudiantes han cambiado radicalmente, los estudiantes de hoy ya no son el tipo de personas que nuestro sistema educativo pretendía formar cuando fue diseñado” (Prensky, 2001) Es bastante claro por qué los estudiantes conciben las aulas de clase como un lugar siniestro de aburrimiento cultural, las tecnologías de la información determinan gustos, intereses, imaginarios, los cuales se dinamizan vertiginosamente a ritmos insospechados, los jóvenes que nacieron inmersos en la sociedad digital, son denominados por Prensky, como Nativos Digitales, un alto porcentaje de la existencia está mediada por recursos tecnológicos, video, imágenes, música, mensajería instantánea, youtube, facebook, instagram elementos que establecen el día a día de millones de adolescentes que arriban a las escuelas y universidades, donde el conocimiento se comparte aún bajo modelos clásicos de aprendizaje, el estudiante se encuentra vacío, el docente lo ilumina con información y la verdad es la propiedad omnipresente del profesor, en esta medida, el estudiante condicionado siente que las posibilidades de participación activa se diluyen, porque la verticalidad de la autoridad y el poder del transmisor lo impiden.
Los sujetos que con dificultad, en medio de simulacros, errores y conflictos envían un correo o descargan un documental son tipificados por Prensky como Inmigrantes Digitales, aunque utilicen la herramienta con dificultad y procuren comprender el universo de los jóvenes, vinculan la mediación con un fuerte vínculo con el pasado, evidencia de ello es el tiempo excesivo que invierten en la lectura en medios electrónicos que implican avanzar a ritmo acelerado, en este caso los adultos se muestran lentos y torpes, la voz del maestro en alto grado es incomprensible con el dinamismo de las vidas de los estudiantes, las palabras se hilvanan a ritmo parsimonioso, cuando la imagen y el video expresan la información con mayor precisión y contundencia, en ocasiones los estudiantes parecen marcianos, traídos de lejanas galaxia, algunos a años luz, mientras los docentes continúan tallando el conocimiento en piedras.
Es imperioso que el docente contemporáneo comprenda el contexto que se divisa en el horizonte educativo: Las sociedades inmersas en la dinámica de las tecnologías de la información. Frente a este escenario el profesor es impelido a modificar el rol en el proceso de enseñanza-aprendizaje, convirtiéndose en organizador de la interacción entre los alumnos y los objetos del conocimiento, en el generador de interrogantes, estimulando permanentemente a los alumnos en la iniciativa y en el aprendizaje activo con creación, comunicación y participación (García, 2007)
Se bifurcan las posibilidades, por una lado, legitimar la molestia y continuar con la crítica exasperante a un colectivo de chicos con el cual convive, pero desconocido de fondo, por otro, repensar el quehacer pedagógico orientado a la integración de la tecnología en el aula, como posibilidad real de adaptar los discursos propios de la herencia a los ritmos y medios de la interacción juvenil.
Por un instante recuerda la clase caracterizada por la monótona voz del profesor, interrumpida por llamados constantes de atención, estudiantes dispersos y displicentes, ahora imagina un inicio contundente al compartir un estridente metal de la banda brasilera Sepultura, como preámbulo al documental sobre comunidades indígenas, seguido de la interacción en grupo y la construcción de conclusiones, cerrando la clase con imágenes sobre el lamentable proceso de aculturación que han sufrido históricamente los indígenas de Latinoamérica, temas pertinentes con la rigurosidad de la academia, pero mediatizados por el poder incluyente de la tecnología. Seguramente la atención de los participantes del proceso aumentará significativamente.
Cuando la clase se reduce a explicar, reprimir y verificar, el estudiante pierde la atención, las sociedades contemporáneas inmersas en las tecnologías viven la existencia de manera fragmentaria, un click implica pensar la realidad en red y rompe la jerarquía del universo lineal, definido y concreto de la escritura del libro, el cual sigue asumiendose como instrumento hegemónico del conocimiento, ahora, el hipertexto, el audio y el video, son manifestaciones del poder ilimitado de la voz y la imagen en formato digital, medios válidos y legítimos. La exigencia ahora es aprender los códigos que los jóvenes interiorizan de modo dinámico y aleatorio, para adaptarlos al discurso de los inmigrantes y garantizar la felicidad y la proximidad con las disertaciones de la tradición que los docentes consideran valiosas e indispensables.
Una experiencia reciente en la cultura nacional relacionada con el fenómeno de los medios digitales, fue la controversia generada por el youtuber (individuo que con creatividad expresa sus opiniones en medios audiovisuales) chileno Germán Garmendia cuando visitó la Feria Internacional del Libro de Bogotá 2016, lo cual generó una asistencia masiva de público juvenil, colapsando el normal devenir de un evento pensado para gentes de altísimo gusto intelectual y profundos sentimientos altruistas.
Esta circunstancia fue considerada por algunos, como el acabose de la feria, la banalización infame de la excelentísima cultura letrada, una bofetada a los círculos académicos que conciben la lectura como herramienta de segregación cultural y símbolo de status: el mundo reducido entre los que leen y los que no, (Ver Catalina Ruiz) vestiduras rasgadas, vituperios, expresiones de desprecio, fueron el común denominador durante algunas semanas en los círculos cultos de Colombia. Ahora bien, ¿por qué tanto alboroto?…no logran acaso el propósito este tipo de formatos audiovisuales: Entretener, qué dejan entrever los radicalismos discursivos: la imposibilidad de aceptar los cambios, la crítica vehemente a fenómenos que se escapan de la miope comprensión, no es casual que 28 millones de personas lo sigan, no es casual que Fernando Vallejo no haya colmado el auditorio, algunos disfrutan la melodiosa crítica insultante y caustica de Vallejo, otros prefieren, la risa, el humor, la voz del par, del sujeto próximo de la realidad, siglos y siglos de literatura y filosofía para descubrir la complejidad inconmensurable del ser, la realidad triste de un país: como duele la felicidad del otro.
Ahora bien, el anterior planteamiento no implica la negación de la cultura letrada, jamás, los adultos recibieron la formación en dicho formato, creyeron inocentemente que la verdad es privilegio de los libros y las instituciones donde se forja el conocimiento, excluyendo otras realidades, negándolas, el reto en estas circunstancias es explorar un fenómeno latente, poderoso, la exclusividad se diluyó y las frecuencias en las cuales navegan y construyen representación los estudiantes son otras, la expectativa es mediar en tales frecuencias, debemos abandonar los discursos abstractos y ser efectivos, concretos, rápidos, tal vez así se alcance el deseo de encontrar un vínculo próximo con la realidad del alumno y el camino es la inmersión del aula en el mundo de la tecnología. ¿Dónde está el profesor youtuber?, ¿El formato digital para una clase de literatura o historia o cualquier otra disciplina es válido? los adolescentes están allá, y los docentes, en la pizarra con los libros, distantes.
Nativos e inmigrantes digitales coexistiendo, universos disimiles y apartados, unos imponiendo, los otros resistiendo, pero en el mismo sitio, la anacrónica realidad educativa se aclara en la espesura de la bruma. Las tecnologías son el camino para dinamizar los procesos de una sociedad cambiante, metamórfica, quién no está dispuesto al cambio deberá contemplar con nostalgia el pasado que fue y que ante sus ojos se difumina.
Referencias Bibliográficas
García, F., Portillo, J., Romo, J., & Benito, M. (2007, September). Nativos digitales y modelos de aprendizaje. In SPDECE. Recuperado de: https://ftp.informatik.rwth-aachen.de/Publications/CEUR-WS/Vol-318/Garcia.pdf
Garmendia, G [Hola soy Germán]. (25 de octubre de 2015) Tipos de alumnos. [Archivo de video]. Recuperado de: https://www.youtube.com/watch?v=D62HGy72HC0
Piscitelli, A. (2009). Nativos digitales. Buenos Aires: Santillana.
Prensky, M. (2001) Nativos Digitales, Inmigrantes Digitales. Ed. Distribuidora SEK. Recuperado de: https://www.marcprensky.com/writing/Prensky-NATIVOS%20E%20INMIGRANTES%20DIGITALES%20(SEK).pdf
Ruiz Navarro, C. (27 de abril de 2016) Youtubers en la Filbo. El Espectador. Recuperado de: https://www.elespectador.com/opinion/youtubers-filbo