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La escritura y los entornos virtuales. Por Orlando Baron

 

¿Qué reflexiones podemos aventurar sobre los múltiples lenguajes en internet y sus relaciones con el cuento, la poesía y la novela, esos tres géneros maravillosos y ya milenarios? Proponía hace unos días que la escritura en la red no es un hecho nuevo. Al menos que no debiéramos interpretar las escrituras que van y vienen en los entornos virtuales como un tipo de escritura que apenas nace. Las razones para no creer en una escritura que apenas nace se apoyan en el hecho de que la escritura, entendida como herramienta de comunicación, apenas si cambia a través de los siglos.  Al igual que otras tecnologías (y en un sentido técnico la escritura debe definirse como una tecnología, de hecho, la primera tecnología que usó el hombre para capturar su habla) al igual que otras tecnologías digo, la escritura sustancialmente no se transforma. Su caso  es similar al de la rueda, esa otra tecnología que apenas si se ha transformado desde su invención. Walter Ong planteaba una tesis más bien inquietante sobre este aspecto. Decía el jesuita estadounidense que las tecnologías, una vez incorporadas en los procesos sociales de la cultura se convierten en realidades intrínsecas al hombre, es decir, tecnología y hombre son unidad cognitiva y productiva. Diríamos entonces que el hombre del siglo XXI no puede definirse al margen del tipo de escritura que practica, diríamos categóricamente que hombre actual y escritura virtual  son uno en sentido material, cognitivo y productivo. En un sentido general la escritura que vemos hoy en la red es sólo una variante de la escritura que ya usaban las primeras civilizaciones. Se trata, tan sólo, de una variante tecnológica  que incorporada al hombre, conserva sus tres dimensiones: material, cognitiva y productiva. lo que es nuevo en todo esto es que la escritura puesta en la red nos muestra el hombre material, cognitivo y productivo que existe hoy y que no existía antes.

Definido este primer aspecto podemos arriesgar otra pregunta que nos aproxime a los tipos de lenguajes en internet.  La pregunta se podría formular más o menos así: ¿Es posible reconocer códigos y formas particulares de escritura en los diferentes ámbitos virtuales, pongamos por caso: chat, redes, blog y wikis?. Muchos coincidirán conmigo en que cada uno de estos ámbitos impone al usuario un tipo de escritura particular: como escritor, el chat me exige un comportamiento diferente al que me pudiera exigir un blog; las redes me imponen códigos y formas de escritura que difieren de los que me impone una Wiki. Se trata, en fin, de exigencias diferentes. Puestas estas dos constataciones en un lenguaje estructural diríamos que la red impone nuevos géneros a la escritura. Géneros que, en todo caso podemos emparentar con otros géneros  ya clásicos en la literatura, pongamos por caso el cuento, la poesía y la novela. Las siguientes preguntas son casi inevitables: ¿los códigos y formas de escritura del chat, las redes, los blog y las wikis son lingüísticamente relevantes?, ¿tienen acaso potencial artístico? Si respondemos positivamente a estas preguntas entreabrimos varias posibilidades: una, la de introducir la escritura de los entornos virtuales a los nuevos contextos interactivos y los géneros literarios que estos entornos traen consigo. Resulta sugestivo, cuando menos, plantear el debate en términos como estos.

Es posible plantear, además, algunas premisas que sustentan la escritura definida como  realidad virtual:

  1. Se trata de un tipo de escritura altamente practicada por los más jóvenes. Ello explica en parte, la tendencia de algunos ámbitos (el chat, las redes) a convertirse en códigos cerrados y restringidos.
  2. la búsqueda de nuevas formas y lenguajes hace parte de estas escrituras y está asociada a la búsqueda de identidad que se constata en las formaciones emergentes.
  3. Urge a las ciencias sociales reconocer los códigos presentes en las nuevas comunidades de escritores.
  4. La red plantea una escritura horizontal (es decir, democrática y abierta) y esto le otorga un carácter de espacio para ejercer la libertad.
  5. Este tipo de escritura modifica los significados de palabras y expresiones. Por tanto es una comunicación lingüísticamente enriquecedora y poéticamente muy prometedora.
  6. La comunicación por chat, por ejemplo, no intimida a quienes la practican. Por eso es una escritura que se atreve a proponer expresiones inconcebibles para escrituras anteriores. Un ejemplo: jajajajaj.
  7. El blog se configura como una comunicación estructurada y personal.

Estas ideas deben ponerse en consideración para medir sus verdaderos alcances. De momento configuran un punto de inicio para una exploración de la escritura virtual, su naturaleza y las relaciones que guardan con escrituras anteriores.  Todo ello sobre el supuesto de que toda escritura refleja y configura al hombre que la usa.

 

 

 

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