El pasado 25 de febrero, en el marco de Aletheia, proyecto de Evaluación del desempeño de profesores y profesoras en la Universidad de Ibagué, se desarrolló el taller Reconocimiento y retroalimentación de la docencia Unibagué, dirigido por Jaime Andrés Gutiérrez, Jefe de Gestión Curricular ÁVACO, Darío Martínez, docente de la Universidad, y Juan José Torrente, director del programa de Psicología y uno de los líderes del proyecto de evaluación.
El evento contó con la participación de 28 profesores de diferentes programas de la Universidad e inició con un video que buscaba destacar la importancia del reconocimiento a los docentes, el cual estuvo protagonizado por las palabras de agradecimiento de estudiantes de la institución. Además, se realizó un ejercicio de introspección sobre la percepción de la palabra evaluación, para reconocer las facetas del término y tener un punto de partida para las siguientes actividades.
Luego, Darío Martínez explicó que el propósito del proyecto de evaluación es “Innovar sobre los aportes en valores (ser) para construir juntos una evaluación de la docencia basada en el reconocimiento y la realimentación”, en la cual se destaque lo que se hace bien, se motive al cuidado de las personas, se brinde sentido a los instrumentos usados, la retroalimentación aporte a la práctica docente, se transformen las agendas ocultas y se fomenten los valores.
Posteriormente, Juan José Torrente dio a conocer las diferentes fases que se han adelantado y el trabajo que se ha realizado con los docentes. Aletheia se encuentra en la tercera fase: en la primera, se validaron las herramientas diseñadas y participaron 26 docentes; en la segunda etapa, se propuso la evaluación en 360°, en la que participaron 100 docentes, 3268 personas y 7 jefes, permitiendo la consolidación del modelo; para la tercera fase se busca validar la claridad de la instrucción, la forma como aparecen los resultados y, especialmente, la manera como se brindará la retroalimentación.
Con esto en mente, el taller siguió con un ejercicio llamado “Caja de agendas ocultas”, las cuales evidencian aquello que se esconde entre lo que se dice, se hace y como se actúa, así, los docentes escribieron aquello que le generaba molestia y preocupación frente al proceso de evaluación docente. A partir de lo anterior, de esa reflexión, se pasó al siguiente punto, la identificación de valores. En este espacio, la idea era realizar un proceso de autoevaluación y presentar aquellos valores que pueden y deben ser parte del proyecto de evaluación y que fortalecen el ser de los docentes, entre ellos se destacaron los siguientes: reconocimiento, confianza, honestidad, acompañamiento y constancia.